GPS | Las contradicciones de los testigos por el caso del empresario descuartizado
Las dos personas que estuvieron por última vez con Fernando Pérez Algaba, el empresario que apareció descuartizado hace dos semanas en la localidad de Ingeniero Budge, incurrieron en varias contradicciones.
Se trata de Maximiliano Pilepich y Nahuel Vargas, quienes le debían una importante suma de dinero a la víctima, y con quien se encontraron en el complejo Renacer, donde fue visto con vida por última vez Pérez Algaba.
Ambos tienen un relato y contradicciones en sus declaraciones que es sorprendente y llamativo. Pilepich y Vargas aseguran que saldaron la deuda, pero «Lechuga» contó otra cosa.
«Pase por la escribanía y se llevaron todo. Boleto de compra venta, del R8, los pagaré por 50 mil dólares, los boletos de los departamentos que había firmado. Este se la preparó toda, voy a terminar muy mal amigo», decía Pérez Algaba en uno de los mensajes que figuran en la causa.
Para el abogado Rodolfo Baqué «hay un libro que dice ‘la Justicia nunca Descansa’ que habla de cuando vos perdés la batalla mediática, perdés la batalla jurídica». «Hoy las 36 hipótesis desembocan en Pilepich y Vargas, y después de esa desaparición en ese campo se abren otras», señaló.
«Yo tengo la hipótesis personal que el cuerpo fue desmembrado para poder ser sacado de donde fue ultimado. Una de las últimas hipótesis que manejan los investigadores es que se fueron los tres juntos en una camioneta y que le dijeron ‘vení que te pago'», agregó.
Para el letrado «el que cometió el crimen» lo mató por la espalda. «Yo creo que fue desmembrado para poder ser retirado de un lugar. Por ejemplo, de un edificio, un departamento con cámara de seguridad. No podía ser retirado de otra manera. La autopsia, además, señala que las partes blandas del cuerpo las cortaron con cuchillo y la parte de los huesos con palas o machetes. Eso dice la ampliación de la pericia».